
Luego tenía ese principio evocador, mi padre me había comentado que en no sé qué lista anglosajona de esas en las que se miran su anglosajón ombligo, lo habían etiquetado como uno de los mejores principios de libros de la literatura, ya sabéis:
En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.
Entonces ya estaba encima mediatizado, prejuiciado positivamente. También me ha pasado en otras ocasiones, pisando Florencia por pimera vez tuve un pre síndrome de Stendhal en los Uffici viendo Los Esclavos. También influenciado por mi madre en este caso: "parece que están saliendo de la roca". A mi favor decir que en esa época no conocía el término "síndrome de Stendhal".
Hace poco leí que se desclasificaron papeles de las deliveraciones de los Nobel, y lo más jugoso era, a lo mejor, el descarte de Tolkien como premio Nobel, en el que banalizaban un poco su obra. Es cierto que no es Hemingway y que probablemente no merecía el premio, aunque sí que es mejor autor que otros que recibieron el premio otros años, no que esto quiera decir nada tampoco. En cualquier caso El hobbit, sin ser (ni falta que le hace) En busca del tiempo perdido es una novela increíble para alguien que le cae a esa edad, y la verdad que después de los años la relectura ha sido muy agradable.
Empiezas a leerlo y te introduce magos, hobbits (hasta que lo empecé no sabía que coño era un hobbit), de enanos (mi última referencia era Blancanieves), trolls, elfos de los guapos...todo esto en un universo coherente, no de esos en los que todos estos elementos están añadidos unos detrás de otros y sin armonía (como los dioses nórdicos en el universo Marvel, metidos con calzador). Luego te enteras de todo el universo tolkieniano, de El Silmarillion y demás.
Brienne, te imaginaba más fea |
Patrick, con un poco de deporte a lo mejor habrías conocido más chicas |
Ya que sigo con esto, no puedo menos que nombrar mi otra lectura de fantasía actual, El nombre del viento y su continuación, El temor del hombre sabio de Patrick Rothfuss, a pesar del irritante comienzo(los tres silencios) el primer libro se deja leer aunque ya se atisba una tendencia a la repetición de temas y situaciones, en el segundo esa tendencia se arraiga y nos pasamos todo el libro (de nuevo)buscando Denna a la
No sé, admito que quizás soy demasiado exigente para una novela de género, pero por alguna razón no he podido dejar de notar todas estas cosas. Sólo espero que la próxima de George sea más concreta(el 5º libro enmienda un poco) y que la siguiente de PR varíe un poco los temas y situaciones.